Queridísima mamá

B.D. es una mala influencia para las jóvenes hijas gemelas de Joan, Cindy y Cathy, lo que provoca la ira de Joan, a pesar de que abandona a su hija mayor, Christina, aunque Joan no lo ve así. Poco después, Joan se enfada todavía más cuando Robert convence a Bette para que incluya a B.D. en el reparto, aunque no es actriz, como la joven vecina. Sin embargo, Joan revela un detalle íntimo a Bette sobre su pasado, contándole su primera experiencia sexual a una edad extremadamente joven, así como el tiempo que pasó criada por monjas en un internado. Bette también le cuenta su historia y Joan empieza a desarrollar algo de empatía por Bette, pero Hedda Hopper aviva los celos de Joan y publica una historia que vuelve a encender la enemistad, ya que Bette y Joan compiten por la nominación a los Oscars. Al poco tiempo, Joan arruina las tomas de las grandes escenas dramáticas de Bette. Mientras continúa la producción de Baby Jane, el conflicto se vuelve físico y las dos se hacen daño mutua y deliberadamente durante la grabación. A pesar de alguna duda inicial, Bette intima con el coprotagonista Victor Buono. La falta de talento de B. D. la distrae y su relación se tensa, sobre todo cuando Bette la ignora para quedarse hablando con Victor. La inalterable Mamacita debe consolar a Joan, que se enfrenta al síndrome del nido vacío cuando las gemelas se van de campamento en verano. Cuando se graba la culminante escena de la playa, Joan retrasa la producción por su propia vanidad, pero ni así puede eclipsar a Bette, así que le pide ayuda a Hedda. Las excentricidades de Joan hacen que Jack Warner pida que se repitan escenas.