Durante las vacaciones, Javi y su hermano Juan van al pueblo en la montaña. Allí Javi se siente atraído por el secreto que oculta una habitación de la casa que siempre permanece cerrada: la sala donde encontraron muerto a su padre.
Javi, un niño de nueve años, encuentra un caserón donde, según la leyenda, hubo un crimen pasional. Eso le hace replantearse el mundo de los adultos y mirar todo desde otros ojos menos inocentes.