Cuando Fritz se va de vacaciones y deja a Duncan al mando, el MIFT provoca un apagón y envían a un inspector a investigar.
Fritz se va de vacaciones y Duncan es elegido al azar como supervisor temporal. Su primer propósito: hacerle la vida imposible a Tylor. Los dos no tardan mucho en enzarzarse en una riña en la que muchas bombonas salen disparadas y acaban provocando, sin querer, un apagón en toda la ciudad. La Mutua Energética de Regulación y Certificación (MERC) envía a un estricto inspector a Monstruos S. A., y Duncan y el resto del MIFT, temiendo por su puesto de trabajo, encubren el delito. Al final, Fritz vuelve y el inspector cancela la investigación, pero Mike y Sulley se enteran del encubrimiento. Tylor siente pena por Duncan y carga con las culpas para que no lo despidan, pero Fritz interviene para salvar el puesto de trabajo de ambos, acercando un poco más a los dos compañeros rivales.