Tras la repentina muerte de su padre, Lupe deja México y viaja a Colombia para el funeral. Allí conoce a Noah, su ayudante misterioso y, con él, participa en un concurso televisivo para investigar qué le pasó realmente a su padre, el famoso cantautor conocido como El Faraón.
Siempre fui yo
Lupe tiene 22 años cuando su vida cambia de repente al enterarse de que su padre, un famoso cantautor colombiano, ha muerto. Al llegar a Colombia, Lupe conoce a Noah, un personaje misterioso que resulta ser el ayudante de su padre. En vez de volver a México, Lupe decide quedarse, ya que sospecha que la muerte del músico no ha sido accidental. Junto a Noah, se embarca en una aventura musical llena de peligro, misterio y amor en la región caribeña de Colombia.