Mirtha es una mujer independiente, controladora e intransigente. Su hijo, Bartolo, ha tocado fondo y ella decide enderezarlo. Intentará casarlo e incorporarlo al negocio familiar. Pero, una vez más, Bartolo la sorprenderá.
Mientras cupido no está
Mirtha Del Cañon es la dueña de una empresa millonaria. Su único hijo, Bartolo, es un desastre y para enderezarlo decide buscarle una mujer y ponerlo a trabajar. Mirtha organiza un casting para encontrar a la nuera perfecta y le encarga a Alan, su asistente y mano derecha, que entrene a su hijo en las tareas de la empresa. Alan acepta con desgano, piensa que es un inmaduro y caprichoso. Mientras ella busca a la mujer ideal, Alan y Bartolo generan una relación estrecha. Una vez más, Bartolo la sorprenderá.
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