Hanna y Ashley Pérez crecieron simultáneamente en dos realidades muy distintas: Ciudad de México y Luisiana, Estados Unidos. La diferencia entre estos lugares les permitió aprender que el arte vence cualquier obstáculo.
Hanna y Ashley Pérez crecieron simultáneamente en dos realidades muy distintas: Ciudad de México y Luisiana, Estados Unidos. De muy pequeñas, gracias al origen mixto de la familia, las hermanas pasaban igual cantidad de tiempo a ambos lados de la frontera, considerándose biculturales. Traen al presente algunos de los momentos más significativos de sus vidas, como la presencia de su abuela, una mujer valiente que les enseñó a cantar y, sobre todo, les inculcó un gran amor por este arte. Eran los años previos para alcanzar lo que muchos creían imposible: hacer que los países de habla hispana se enamoren de la música country, un género musical típico de Estados Unidos, que nunca antes había sido masivo en países latinos.